Después de Sor Juana, Frida y Josefa Ortiz es muy difícil no sentirse como inútil. Mujeres fuertes que nos encaminaron y empezaron a construir el puente que nosotras cruzamos. Antes, las miradas soñadoras no podían pasar de la cocina y si para algo servíamos era para parir, criar y cuidar chamacos. Ahora, despertó la mujer que en nosotras dormía (sí es para que se rían), la verdadera mujer, la que estudia, trabaja y manda. La que ahorra, vive sola y se independiza. La que usa pantalón y viaja. La mujer moderna ideal. Es cierto que algunas veces el machismo y la tradición nos recuerdan que hay obstáculos para las mujeres que quieren agarrar las riendas. Me atrevo a decir que en la mayoría de los casos esta es la situación. Papás que no le dan las mismas oportunidades a sus hijas que a sus varones. Jefes que le dan la promoción al hombre, pues porque, digo ¡es hombre! Y el abuso a nuestro sexo por el simple hecho de ser el que deja entrar en lugar de el que entra. Mi intención no es insinuar que la pelea por lograr que la mujer moderna independiente sea liberada ha terminado o que es innecesaria. Yo adoro el feminismo y lo digo con la frente en alto. Sin embargo, como mujer joven de 21 años a punto de terminar la carrera me encuentro con un sentimiento que me causa un poco de culpabilidad.
Al estar rodeada de amigas en mi misma situación platicamos del futuro y de nuestros planes. Unas dicen que quieren vivir lejos y mudarse a un lugar de sueño, otras dicen que quieren encontrar el trabajo perfecto en una ciudad metropolitana para convertirse en estrellas del mundo corporativo, otras prefieren seguir estudiando y enriquecer sus mentes cursando una maestría. Todo esto suena fantástico y entre nosotras nos aplaudimos nuestra ambición positiva. Aunque la gran mayoría no sabemos lo que queremos hacer este tipo de planes son aceptables y van de acuerdo a la evolución del rol de la mujer hacia el que estamos trabajando. Algo muy extraño de estas conversaciones que yo experimento personalmente es que no hay lugar para un “a mí me gustaría casarme joven.” OL-VI-DA-TE se cae el techo. Para empezar, estas yendo en contra de todo lo que han luchado las mujeres en busca de borrar esa imagen anticuada de la mujer que no puede tener ambición y que solo sirve para el hogar. ¿Para que estudiaste tanto entonces si nada mas te vas a casar? Es increíble que no tengas mas aspiraciones y que estés tan apresurada en encontrar a alguien para casarte. Pero no, no va por ahí.
Primero que nada quisiera aclarar para mis tíos, abuelos y papás que tal vez estén leyendo este blog que con casarme joven no me refiero a mañana, que no cunda el pánico. Cuando me atrevo a decir que me quiero casar joven en estas conversaciones viene de un análisis profundo que he repasado varias veces en mi cama luchando contra el insomnio. Si decido casarme joven no voy en contra de la mujer moderna porque la palabra clave en todo esto es DECIDO. El movimiento feminista no fue para sacar a la mujer de su casa ni para evitar matrimonios, fue para conseguir equidad, derechos y dar el poder de elegir a las mujeres. Elegir qué hacer, cómo, cuándo y con quién. En estos tiempos, después de mucho trabajo, si yo me caso en mis 20s es porque quise y esto no significa que voy en contra de todas las otras cosas que también he hecho y quiero hacer, como estudiar, trabajar y viajar. No estudié tanto nomas para casarme, estudié porque mi matrimonio no será mi vida entera. Dentro de un matrimonio también hay independencia. Y no voy a buscar a alguien y apresurarme para casarme joven. Si lo encuentro y él también quiere y las cosas se dan me gustaría. Una amiga de mi mamá me dijo una vez “tú eres muy joven, cásate hasta después de los 30, ya que viajes, ya que conozcas y vivas” perdón pero es una boda no un funeral. Entiendo ese consejo y lo respeto pero yo quiero viajar y conocer el mundo con mi esposo, con mi pareja de vida. Casarse y tener hijos no tiene que pasar el mismo año, ni siquiera en la misma década. Y si con vivir se refería a explorar mi sexualidad pues gracias pero no gracias. Yo soy una persona muy entregada sentimentalmente y si decido hacer algo así solo estaría derrochando amor a gente que probablemente no lo merece.
He platicado con amigas que también se detienen cuando empiezan a fantasear de su boda o de tener bebés por miedo de sonar tontas o conformistas. Y ni hablaré de la forma de actuar de los hombres ante esto porque ese seria otro blog por sí solo. Si tenemos mas de 18 años estamos programadas genéticamente para adorar a los bebes y querer robarnos uno si es necesario. Todo sea por oler sus cabecitas y pellizcar sus cachetes. NO TIENE NADA DE MALO. No es malo que sueñes con tu boda o que digas que te quieres casar con tu novio. No es malo que busques anillos y vestidos en internet de vez en cuando. No eres anticuada, no eres conformista y no estás despidiéndote de tu ambición. Este es un tema muy personal y cada quien lo experimenta de manera diferente. Hay mujeres que no se quieren casar nunca y eso está perfectamente bien también. A eso hemos llegado. A poder decidir y complementar todos los aspectos de nuestras vidas dependiendo de lo que aspiremos a ser y hacer. Yo no voy a juzgar tus planes de vida ni lo que quieras hacer. Yo te estoy diciendo que puedes ser una chingona en tu profesión aunque te cases joven. Frida amó a Diego desde siempre y para siempre sin ningún problema y todos sabemos que es un mujerón porque hacen bolsas con su cara. Aceptemos y aplaudamos todo tipo de ambición. Dejemos que esa sea la meta que queremos alcanzar. Y como todo lo demás que he escrito y escribiré, léanlo como quieran.
Leave a Reply